20.1.24

La verdad de Dios para el pueblo de Dios - Amazon

Razon de la esperanza

La verdad de Dios para el pueblo de Dios

 

Mi traducción original de 1 Tesalonicenses

¡Logos Bible Software ha publicado mi comentario de 1-2 Tesalonicenses! Este es el mismo libro publicado por Andamio en Barcelona en noviembre 2019. También disponible en Logos y en Amazon

 

 

 

Mi Traducción de 1 Tesalonicenses, del comentario

 

1:1-10

 

Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses, que está en Dios el Padre y el Señor Jesucristo: gracia a vosotros y paz.

 

Damos gracias a Dios todo el tiempo por cada uno de vosotros; [con gratitud] hablamos acerca de [vosotros] cuando oramos, recordando sin fallo [delante de Dios] vuestra obra que surge de vuestro creer, y vuestro trabajo arduo que viene de vuestro amor [por otros], y vuestra perseverancia que viene de la esperanza que tenéis, [fe, amor, y esperanza] en nuestro Señor Jesucristo, [al vivir] en la presencia de nuestro Dios y Padre.

 

Reconocemos [ante Dios], hermanos y hermanas amados por Dios, que fuisteis escogidos, porque el evangelio que trajimos os llegó no sólo como palabras [que hablamos], sino también con milagros y en [la operación del] Espíritu Santo, y con el gran sentido de certeza [que tuvimos en el evangelio]. Y sabéis cómo estuvimos entre vosotros por amor a vosotros.

 

A su vez, vosotros llegasteis a ser imitadores del patrón dado por nosotros y por el Señor [Jesús]. Recibisteis el mensaje en circunstancias de gran aflicción, [sin embargo] con el gozo que proviene del Espíritu Santo. Como resultado vosotros [a la vez] llegasteis a ser un patrón para todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. Porque veréis, desde vosotros la palabra del Señor ha resonado, no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todo lugar, noticia de vuestra fe en Dios se ha divulgado, de modo que no necesitamos decir nada [sobre vosotros]. Porque ellos mismos están hablando acerca de nosotros, de la clase de bienvenida que tuvimos de vosotros, y cómo os volvisteis de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero y para esperar a su Hijo desde el cielo, a quién [Dios] resucitó de entre los muertos, Jesús nuestro Salvador.

 

2:1-16

 

Vosotros mismos sabéis, hermanos y hermanas, que la bienvenida que tuvimos de vosotros no fue sin buenos resultados. A pesar de justo haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, aún así encontramos valentía en nuestro Dios para comunicaros el evangelio de Dios, en medio de [todavía más] oposición.

 

Nuestra exhortación a vosotros no procedió ni con mentiras, ni con corrupción, ni con engaño astuto. No, del mismo modo que hemos sido probados y hallados dignos por Dios para ser confiados con su evangelio, así es como [lo] comunicamos: no procurando agradar a las personas, sino al Dios que prueba nuestras motivaciones interiores.

 

Es decir, no fuimos en ningún momento con palabras aduladoras, como sabéis, ni con algún pretexto para la avaricia—¡Dios mismo es nuestro testigo!—no buscando prestigio, ni de vosotros ni de nadie más, aunque podríamos haber insistido en actuar como importantes y en ser una carga a vosotros, ya que somos apóstoles de Cristo.

 

No, tomamos la posición de niños pequeños entre vosotros. [O si lo preferís] como una nodriza cuidaría de sus propios pequeños; así pues, dado que teníamos este afecto por vosotros, determinamos compartir con vosotros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque habíais llegado a sernos amados.

 

Pues recordaréis, hermanos y hermanas, nuestra labor y fatigas, cómo noche y día trabajamos, para no ser una carga a ninguno de vosotros; así es como os proclamamos el evangelio de Dios.

 

Vosotros sois testigos—y ¡también Dios!—de que fuimos agradables [a Dios], rectos e irreprochables con vosotros que llegasteis a creer, así como sabéis, de qué manera nos comportamos con cada uno de vosotros, como un padre con sus propios hijos; así es cómo os exhortamos, así es cómo os consolamos, así es como os imploramos, a que anduvierais dignos del Dios que os llamó a su propio glorioso reino.

 

Así, por esta razón, nosotros damos gracias a Dios sin cesar: Porque…cuando recibisteis la palabra proclamada de nosotros, [esto es, la palabra] de Dios, …la recibisteis, no como un mensaje humano, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la misma [palabra] que es activa en vosotros los creyentes.

 

Vosotros llegasteis a ser imitadores, hermanos, de las iglesias de Dios en Judea [que están] en Cristo Jesús. Porque vosotros también sufristeis las mismas cosas de vuestros conciudadanos que ellos sufrieron de los de Judea, aquellos que mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos persiguieron, y no agradan a Dios, y son hostiles a todos al impedirnos hablar a los gentiles para que sean salvos; de esta manera sus pecados fueron en todo momento como para merecer [la ira de Dios]; la ira [de Dios] ha venido sobre ellos hasta el fin.

 

2:17-3:13

 

Entretanto nosotros, hermanos y hermanas, ya que fuimos hechos huérfanos de vosotros por un tiempo [hechos huérfanos de vosotros] en persona, no en nuestros corazones hicimos todo esfuerzo posible por veros en persona, con gran deseo. Y por eso resolvimos ir a vosotros, desde luego, yo, Pablo, más de una vez, pero Satanás nos lo impidió. [Queríamos veros], porque ¿quién nos da esperanza y gozo, o quién es un premio del que gloriar— si no todos vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida? Sí, todos vosotros sois nuestro orgullo y gozo.

 

Por eso, cuando ya no podíamos soportarlo más, determinamos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y animaros por el bien de vuestra fe no sea que de alguna manera fuerais sacudidos por estas aflicciones. Y de hecho, vosotros mismos sabéis que hemos sido destinados a esto, porque aun cuando estábamos con vosotros, os dijimos que íbamos a padecer [tales] aflicciones, así como sucedió, como sabéis.

 

Por eso, cuando ya no lo soportaba más, envié para informarme acerca de vuestra fe, preguntándome si acaso el tentador os hubiera tentado y nuestra labor hubiera sido en vano. Pero ahora mismo Timoteo ha venido a nosotros de vosotros y nos ha anunciado la buena noticia de vuestra fe y vuestro amor y que guardáis una buena memoria de nosotros siempre y que añoráis vernos, como también nosotros añoramos veros a vosotros. Y de esa manera fuimos animados respecto a vosotros, hermanos y hermanas, en medio de nuestras aflicciones y angustias, debido a vuestra fe. Eso es porque, ¡ahora vivimos, si estáis firmes en el Señor!

 

¿Qué acción de gracias podemos darle a Dios por vosotros por todo el gozo con que nos regocijamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios? Sin reservas, noche y día le pedimos [a Dios] poder veros en persona y poner en orden cualquier cosa que falta de vuestra fe. Ahora, que nuestro Dios y Padre mismo y nuestro Señor Jesucristo dirijan nuestro camino a vosotros. Y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, así como nuestro amor es para con vosotros, para que fortalezca todo vuestro ser en lo irreprensible, [esto es] con respecto a la santidad, delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos [ángeles]. Amén.

 

4:1-12

 

Más allá de eso, hermanos y hermanas, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que—de la manera que recibisteis de nosotros [enseñanza sobre] cómo debéis comportaros para agradar a Dios, [de hecho] así como ciertamente ya os comportáis—que abundéis aun más.

 

Sabéis los mandatos que os dimos por el Señor Jesús, [que] esto es lo que Dios desea: vuestra santidad; que os abstengáis de prácticas sexuales inmorales, que cada uno de vosotros sepa cómo controlar su propio cuerpo en santidad y honor, no en pasiones lascivas, como los gentiles, que no conocen a Dios, no transgrediendo al aprovecharse de su hermano o hermana en tal asunto, porque el Señor es el vengador de toda situación de esta naturaleza, como ya también os dijimos y advertimos.

 

Porque [es] Dios quien nos llamó, no para ser impuros, sino [para vivir] en santidad.

 

Pues por esa razón, el que rechaza [este mandato] no rechaza a la autoridad humana, sino a Dios, quien os ha dado su Espíritu Santo.

 

Ahora, referente al amor familiar, no tenéis necesidad de que os escribamos [nada] a vosotros. [Lo digo] porque vosotros mismos [al parecer] sois enseñados por Dios a amaros los unos a los otros.

 

Y aun practicáis esto para con todos los hermanos y hermanas en toda Macedonia.

 

Así que, [sencillamente] os rogamos, hermanos y hermanas, que abundéis en ello aún más, y que sea vuestra ambición vivir en paz, y ocuparos de vuestros propios asuntos, y trabajar con vuestras propias manos, así como os mandamos, a fin de que os conduzcáis adecuadamente respecto a los de afuera [del pueblo de Dios] y no tengáis necesidad de nada.

 

4:13-18

 

Ahora—no queremos que no estéis informados, hermanos y hermanas, acerca de los que han muerto, para que no os angustiéis, como otras personas, que no tienen esperanza. Si creemos que Jesús murió y resucitó…entonces, de la misma manera, Dios reunirá con [Jesús] a los que murieron en él.

 

Porque esto os decimos por un oráculo del Señor, que nosotros los que seguimos vivos y permanecemos aquí hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que han muerto. Porque el Señor mismo, con el grito de mando de la voz del arcángel y con [el sonido de] la trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo serán resucitados primero. Después, nosotros, los que seguimos vivos y permanecemos, seremos levantados juntos con [los que estuvieron muertos] en las nubes para dar la bienvenida al Señor en el aire.

 

Y así estaremos para siempre con el Señor.

 

Por tanto, animaros los unos a los otros con estas palabras.

 

5:1-11

 

Ahora bien, con respecto a los tiempos y las fechas, hermanos y hermanas, no tenéis necesidad de que [nosotros] os escribamos, porque vosotros mismos sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo, “Paz y seguridad,” entonces inesperada destrucción vendrá sobre ellos, [repentina] como los dolores de parto para una mujer embarazada, y de ninguna manera escaparán.

 

Pero vosotros, hermanos y hermanas, no estáis en la oscuridad, para que aquel día os sorprenda como un ladrón.

 

Porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. Por tanto, no debemos dormir, como hacen otras personas, sino mantenernos alerta y ejercer dominio propio.

 

[Digo esto porque] los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.

 

Pero ya que nosotros pertenecemos al día, practiquemos el dominio propio al vestirnos de fe y amor como coraza y como casco la segura expectativa de nuestra salvación [venidera].

 

[Esta es la confianza que tenemos] porque Dios no nos ha designado para experimentar su ira [venidera], sino para obtener la salvación, por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros, para que, ya sea que [todavía] sigamos alerta o ya sea que [ya] hemos muerto, vivamos juntamente con él.

 

Por tanto, animaos y edificaos los unos a los otros, tal como ya lo estáis haciendo.

 

5:12-22

 

Y ahora os rogamos, hermanos y hermanas, que respetéis a los que trabajan entre vosotros y os dirigen en el Señor y os amonestan y que los estiméis profundamente con amor debido a su trabajo.

 

Estad en paz entre vosotros.

[Por vuestra parte], os exhortamos, hermanos y hermanas:

Amonestad a los que perturban.

Alentad a los desanimados.

Apoyad a los débiles.

Sed pacientes con todos.

Mirad que nadie devuelva mal por mal, sino en todo momento procurad el bien, tanto los unos para con los otros y para con todos.

Regocijad siempre.

Orad sin fallar.

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para vosotros.

No sofoquéis al Espíritu. No desdeñéis los mensajes proféticos. Antes bien, poned todas [estas] a prueba. Retened lo que demuestra ser bueno. Alejaos de toda clase de mal.

5:23-28

 

Y ahora que Dios mismo, la fuente de paz, os haga perfectamente santos; y que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado perfectamente sin culpa para la venida de nuestro Señor Jesucristo. [El Dios] que os llama es fiel, esto es, él lo hará.

 

Hermanos y hermanas, orad también por nosotros.

 

Saludad a todos los hermanos y hermanas con un beso santo.

 

Os pongo bajo juramento por el Señor [Jesús] que sea leída [en voz alta] esta carta a todos los hermanos y hermanas.

 

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.


19.1.24